El CORE, o núcleo, se refiere a los músculos situados en la región central del cuerpo, incluyendo los abdominales, lumbares, pélvicos y de la cadera. Estos músculos son fundamentales para la estabilidad, equilibrio y transferencia de fuerza entre el tren superior e inferior.
El Core actúa como el enlace entre el tren superior e inferior. Si éste es inestable, la transferencia de energía generada por los músculos de los brazos durante la brazada se ve comprometida. En lugar de una transmisión eficiente de la fuerza, una gran parte de esta energía se disipa. El resultado será una propulsión menos efectiva y un mayor gasto energético.
Un Core fuerte ayuda a mantener una postura hidrodinámica óptima, alineando correctamente la cabeza, el tronco y las piernas. Con un Core débil, es más probable que el cuerpo se desvíe de su alineación ideal. Esto hará que aumente la resistencia al agua y disminuye la velocidad. Esta desalineación obliga al nadador a realizar correcciones constantes, afectando negativamente la propulsión del tren superior.
La falta de fuerza y estabilidad en el Core puede llevar a una fatiga prematura en los músculos del tren superior. Cuando el Core no puede soportar adecuadamente el cuerpo, los músculos de los brazos y hombros deben compensar, trabajando más de lo necesario. Esto no solo disminuye la eficiencia de la brazada, sino que también incrementa el riesgo de lesiones por sobrecarga.
Un Core inestable afecta la técnica y coordinación general del nadador. La natación requiere movimientos coordinados y sincronizados del cuerpo entero. Si el Core no proporciona una base estable, la coordinación entre el tren superior e inferior se ve afectada. El resultado será una técnica menos eficiente y mayor resistencia en el agua.
¿Cómo Mejorar el Core para Optimizar tu Natación?
Realiza ejercicios concretos para los abdominales, lumbares, zona pélvica y cadera y varíalos para que trabajen los diferentes músculos del Core.
Asegúrate de respirar correctamente durante los ejercicios. No contengas la respiración, ya que esto puede aumentar la presión intraabdominal.
Integración con Entrenamientos de Natación. Realiza ejercicios destinados a tal fin como parte de tu calentamiento o enfriamiento en tus sesiones de natación.
La clave para fortalecer toda la zona abdominal es la consistencia. Dedica tiempo a estos ejercicios al menos 3-4 veces por semana.
Incorporar estos ejercicios y consejos en tu rutina de entrenamiento te ayudará a desarrollar un Core fuerte y estable, optimizando tu rendimiento en el agua, mejorando la postura y al mismo tiempo evitando lesiones.
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