Desafortunadamente, el estrés cotidiano forma parte, en mayor o menor medida, de nuestra vida. Se presenta como una condición en la que nuestro sistema nervioso y hormonal introduce cambios en nuestro cuerpo como respuesta a ese estado de estrés sometido, llegando a poder producir patologías tanto musculoesqueléticas, dermatológicas, autoinmunes, sistémicas o… viscerales.
Una úlcera de estómago es una herida que se manifiesta en la capa interna del estómago. Menos frecuente, pero también puede aparecer en el duodeno .(primera parte del intestino delgado).
¿Qué relación puede llegar a tener el estrés con la aparición de una úlcera en el estómago?
La fisiología tiene la respuesta. Los diferentes tejidos que tenemos necesitan la sangre necesaria para poder desarrollar a cabo sus funciones, y según el tipo de tejido, demanda una cantidad diferente de sangre para su actividad.
Cuando el cuerpo entra en esa fase de estrés constante, el sistema nervioso y hormonal produce un cambio en esa cantidad de sangre que reciben los tejidos. Por lo tanto, la musculatura pasa a albergar una cantidad mayor debido a que sus funciones se verán multiplicadas para llevar a cabo las funciones bajo el estrés. Tendemos a respirar más rápido, a movernos más rápido, hacer más cosas, aumenta el tono muscular. Por lo tanto, la musculatura necesita más sangre.
Pero, esa cantidad extra de sangre que recibe la musculatura puede ser obtenida de cualquier tejido. En algunos casos, la pared gástrica, es decir, la pared interna de nuestro estómago «cede´´ parte de su sangre, quedando parcialmente desprotegida y pudiendo llegar a causar a largo plazo la aparición de una úlcera de estómago.
Pero tranquilos, son situaciones muy complicadas de presentarse en un número reducido de pacientes con tendencia al estrés crónico. Además desde la fisioterapia te podemos ayudar a combatir el estrés.
Estas son algunas de las pautas:
1.Movimientos rítmicos articulatorios. Activa el sistema parasimpático y como consecuencia reduce los niveles de cortisol (sustancia liberada mayoritariamente durante el estrés).
2.Masoterapia. La aplicación del masaje en la musculatura provoca una cadena de efectos en los receptores musculares que conlleva a la relajación. Dicho de otra manera, es mandarle un estímulo de relajación a ese sistema nervioso y hormonal.
3.Estiramiento. Importante para disminución del tono muscular y activación del sistema parasimpático.
4.Ejercicio. Ayuda a mejorar el estado de ánimo y la relajación, siendo un potente antiestrés natural.
Un ejemplo perfecto sería la natación, ya que libera grandes cantidades de endorfinas, responsables de aliviar el estrés y el dolor.
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